21.7.09


Ratzinger y el cáñamo

Por Teresa Eschuk

En su última gira por países extraviados en el mapa de la realidad mundial, el Papa Benedicto XVI visitó plantaciones de cáñamo, material que permite edificar economías nacionales enteras, cimentar felicidades burguesas en todo el mundo y otorgar grandes ganancias a sus distribuidores.
Como efecto no deseado del obsequio, que dicen fumó en su lecho y en compañía de sus monaguillos predilectos, el Papa sufrió un vahído, cayó de bruces y se recalcó la muñeca derecha. Este contratiempo motor fue subsanado por el oficio de los monaguillos, que alegres y envueltos en una nube de humo ocre le hechaban la culpa a Florencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Norman, una pregunta, cuando se refiere a Florencia, lo dice por la multi de "la V" o por la hija de la presidenta??. No me quedó muy claro, muy nítido que digamos
Abrazo
Erik

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