1.6.07


Campaña sucia

Los ribetes escandalosos de la campaña política rozaron ya el mal gusto. Angustiado por el secuestro que Mauricio Macri sufrira en sus años mozos, circunstancia en que le practicaron un lavado de cerebro -que le es funcional para establecer empatía con el electorado porteño- manos anónimas inundaron las calles de la city con un cartel que recuerda el afecto que los jugadores de Boca Juniors profesaban hacia su hermana en las concentraciones.
Es de esperar que a partir de diciembre, la hermana y la madre de Mauricio sean víctimas de los burdos epíctetos ginecológicos propios de la gentuza incivilizada e intolerante.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

ja ja ja ja ja Muy bueno. La próxima pone una fotito de Mauricia para la muchachada medidora
Abrazo
Erik

Anónimo dijo...

buenísimo, sin desperdicio!
también espero la foto para la próxima!
Un abrazo!

Ruso

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